Parashat 52

Deuteronomio 31:1 – 6.
Moshé inicia esta porción hablando al pueblo un tema muy importante que acontecería, debido a que está en ese momento con la edad de 120 años, y según la tradición en ese mismo día es que Moshé estaba cumpliendo esa edad y ese mismo día murió. Le dice al pueblo que El Eterno es quien irá por delante de ellos, y Él les entregará a todas esas naciones y les dará por heredad sus tierras y posesiones, y será Josué quien los dirija y los lleve a esa tierra que El Eterno había prometido a sus ancestros que les daría en posesión. Moshé le insite al pueblo que: “Se esfuercen y que sean valientes”, que no dejen de temer al Eterno y que nunca desconfíen de Sus promesas.

Deuteronomio 31:7 – 8.
Moshé le repite a Josué esas mismas palabras enérgicas que le ordenan esforzarse y ser valiente, tener temor de nada sino solamente del Eterno y solo confiar en Su amor y en Su poder, porque Él prometió darles esas tierras y a esas naciones en heredad.

Deuteronomio 31:9 – 13.
Moshé termina de escribir La Torah y la entrega a los sacerdotes, dándoles instrucciones muy precisas y detalladas sobre la ocasión en la que deben leer esa Torah en presencia de todo el pueblo, el que en ese momento estaba presente y los que vendrían más adelante.

Deuteronomio 31:14 – 23.
El Eterno le da instrucciones precisas a Moshé de lo que debían hacer tanto Moshé como Josué para recibir el detalle que El Eterno les revelaría de lo que le acontecerá al pueblo en un futuro. El Eterno le habla y le revela a Moshé el mal y el pecado que el pueblo cometería y lo que esa desobediencia y rebeldía ocasionarán luego de eso. Al final le ordena El Eterno a Moshé que escriba un cántico que sirva de recordatorio y de testigo para cuando el pueblo, al estar sufriendo las consecuencias de haber desobedecido al Eterno, clame y pida ayuda y misericordia de Adonay. Moshé escribe ese cántico y lo enseña al pueblo, y le da la orden a Josué de que guíe e introduzca al pueblo al destino final.

Deuteronomio 31:24 – 30.
Al terminar de escribir ese rollo, Moshé les ordena a los sacerdotes que lo coloquen en el Arca del Pacto, revelándoles que serán desobedientes y rebeldes y que le darán la espalda al Eterno y dejarán de obedecer Sus Mandamientos. Y les pide que reúnan a todos los ancianos y a los principales del pueblo para hablarles esas duras palabras de recordatorio. Y concluye Moshé enseñándoles todo el cántico y recitándolo a todo el pueblo de Israel.