Parashat 50

Deuteronomio 26:1 – 19

Moshé hace el recordatorio al pueblo de no olvidar lo ordenado por El Eterno con respecto a los diezmos de los frutos de la tierra, el proceso que deben seguir al entregarlos en el Santuario y las bendiciones que esto tendrá por obedecer.

Deuteronomio 27:1 – 10

Moshé ordena junto con los principales, al pueblo, que al pasar el Jordán y establecerse en la tierra que El Eterno les está entregando en posesión, escriban Los Mandamientos en dos piedras grandes recubiertas con cal, y que construyan un altar de piedras para allí ofrecer los sacrificios de gratitud por haber entrado a tomar posesión y que esas piedras con Los Mandamientos escritos sean visibles para todos.

Deuteronomio 27:11 – 26

Moshé le da el mandato al pueblo que se reúnan en un orden específico sobre dos montes, Ebal y Gerizim, y estando entonces el pueblo en esa disposición de acomodo, los levitas comenzaron a decir las maldiciones sobre temas de manera específica que vendrían sobre el pueblo si es que no obedecían Los Mandamientos del Eterno.

Deuteronomio 28:1 – 14

y de igual manera, comienzan ahora a decirles las bendiciones que vendrían sobre ellos como consecuencia de obedecer Los Mandamientos del Eterno.

Deuteronomio 28:15 – 68

Pero ahora, en este momento, inicia con lujo de detalle la explicación de todas las consecuencias que vendrán sobre aquellos que no obedezcan y practiquen todo lo ordenado en La Torah del Eterno, conforme a lo que les ha sido revelado e instruido en esa travesía por el desierto.
Deuteronomio 29:1 – 9 Moshé le recuerda al pueblo las palabras del Pacto que El Eterno realizó con ellos estando en Moab.