Parashat 08

Génesis 32:3(4) – 21.
La Torá nos relata en este inicio de la porción, todo lo referente a la preparación de Jacob para realizar el encuentro con su hermano Esaú, quien lo tiene amenazado de muerte. Jacob envía emisarios, quienes vuelven con malas noticias sobre el encuentro, debido a que le dicen que Esaú viene a él con 400 hombres. Jacob entra en pánico y comienza a desarrollar una estrategia para poder evitar una gran catástrofe a su vida y a la de su familia como resultado de ese encuentro, lo que hace que esta sección se desarrolle con mucha tensión.

Génesis 32:22 – 32.
En este momento La Torá nos narra el encuentro de Jacob con el Ángel en el lugar que el mismo Jacob nombró como “Peniel”. Como resultado de ese encuentro donde la fe de Jacob es puesta a prueba, le es cambiado el nombre por: ”Israel”.

Génesis 33:1 – 20.
Al continuar Jacob su camino, se dio cuenta que venían a él su hermano Esaú y los hombres que le acompañaban. Inmediatamente Jacob implementa una parte de la estrategia que había planeado para cuando fuera ese encuentro y así tratar de salvaguardar la vida de sus esposas y sus hijos. Sin embargo, el encuentro resulta ser totalmente diferente a lo que el mismo Jacob había considerado, y se da una reconciliación entre los hermanos. A pesar de la insistencia de Esaú, Jacob logra separarse de él y La Torá no vuelve a mencionar a Esaú hasta mucho más adelante. Jacob llega hasta Sukot, que se ha mencionado anteriormente en La Torá como un lugar con mucha trascendencia y valor, y se queda a morar en Siquem; y vendrá una nueva prueba.

Génesis 34:1 – 31.
Con el fin de establecerse en esa tierra, Jacob compra a un terrateniente una parte de terreno, pero en este momento La Torá nos narra un acontecimiento desgarrador y muy revelador acerca de la conducta de los habitantes de ese lugar. Esto cual provoca que se lleve a cabo de manera muy astuta, un tipo de venganza, la que es ejecutada por dos de los hijos de Jacob, a quienes más adelante les es también anulada la probabilidad de tener los derechos de primogenitura. Cabe mencionar que a pesar de todo lo que La Torá nos narra acerca de la venganza de la deshonra de su hermana, El Eterno no da algún juicio en contra de la familia de Jacob como consecuencia de ese ataque brutal a los habitantes que buscaban emparentar con ellos.

Génesis 35:1 – 29.
La Torá nos narra ahora, que El Eterno le habla a Jacob ordenándole subir a BetEl, y que ya estando allí construya un altar para El Eterno, recordando que en ese mismo lugar tuvo el sueño y vio esa imagen majestuosa y sobrenatural que le provocó tal asombro y temor al Eterno. Cuando Jacob le dice a su familia que harán lo que El Eterno le ha pedido, sucede un evento no esperado, y que provoca una corrección dentro de la familia de Jacob, e incluso con él mismo. Y luego de realizar esta acción, comienzan el viaje hacia el lugar dónde El Eterno le ordena que vaya y esa compañía del Eterno a su familia, provoca mucho temor a la gente de los lugares por donde van pasando en su trayecto. En este momento La Torá da la noticia de que la nodriza de Rebeca, madre de Jacob, había fallecido, y que fue sepultada al pie del lugar a donde se dirigía la caravana. Y La Torá parece que vuelve a narrar el evento del encuentro de Jacob con El Eterno, dando nuevamente constancia del cambio de nombre de Jacob por el de Israel, sin embargo, existen algunas precisiones en el texto que nos dejan entender que en realidad lo que está diciendo La Torá es una segunda ocasión muy similar a la anterior. Y en este momento La Torá relata el nacimiento del último hijo de Jacob, el segundo hijo de Raquel, y que ese parto le provoca la muerte a ella, y que es sepultada en el camino, en Belén, y no en la cueva de Macpela como las matriarcas. Y menciona el detalle de los doce hijos de Jacob, pero haciendo un énfasis muy especial en el pecado del hijo primogénito de Jacob. Y finalmente La Torá nos narra que Jacob acude a visitar a su padre Isaac, y luego de eso nos dice La Torá que muere Isaac y que es sepultado por sus hijos, Esaú y Jacob.

Génesis 36:1 – 43.
Concluye La Torá dejando muy a detalle la genealogía de Esaú, mostrando un énfasis en el comentario del por qué se separó Esaú de su hermano Jacob, algo con razones similares a lo que aconteció entre Abraham y su sobrino Lot.