.Porción semanal (Parashat).

Levítico 9:1 – 24
Moshé llama a Aharon y a sus hijos al día octavo (terminando los 7 días de consagración), e instruye a Aharon sobre la ofrenda y sacrificios que debía presentar al Eterno para realizar la expiación de su pecado. Moshé es quien hace todo el servicio, y El Eterno responde de manera poderosa y sobrenatural enviando fuego de los cielos.

Levítico 10:1 – 7
Luego de esa gran manifestación de poder, Nadab y Abihu, hijos de Aharon, cometen un pecado que les ocasiona la muerte impactante y fulminante. Familiares de ellos se llevan los cuerpos. Moshé viendo lo sucedido, le da instrucciones específicas a Aharon y sus otros hijos para que no les fuera a pasar la misma suerte.

Levítico 10:8 – 11
El Eterno da detalle e instrucciones precisas para Aharon y sus dos hijos vivos, a fin de que no les fuera a suceder una muerte similar por no obedecer las instrucciones de manera estricta.

Levítico 10:12 – 20
Moshé retoma juntamente con Aharon y sus dos hijos vivos, lo que restaba realizar del ritual para concluir con la expiación. Sucede una situación que hace enojar a Moshé, sin embargo, Aharon habla sabiamente.

Levítico 11:1 – 3
El Eterno da detalle e instrucciones precisas para regular la alimentación de su pueblo conforme a lo que fue creado para consumo humano. Inicia dando la instrucción de los animales terrestres puros (tahor).

Levítico 11:4 – 8
El Eterno da detalle e instrucciones precisas para regular la alimentación de su pueblo conforme a lo que fue creado para consumo humano. Y ahora es la instrucción de los animales terrestres no puros (tamei).

Levítico 11:9 – 12
El Eterno da detalle e instrucciones precisas para regular la alimentación de su pueblo conforme a lo que fue creado para consumo humano. Continúa con los animales acuáticos.

Levítico 11:13 – 25
El Eterno da detalle e instrucciones precisas para regular la alimentación de su pueblo conforme a lo que fue creado para consumo humano. Continúa con los animales voladores e insectos.

Levítico 11:26 – 43
El Eterno da detalle e instrucciones precisas para regular la alimentación de su pueblo conforme a lo que fue creado para consumo humano. El Eterno aquí hace unas precisiones muy importantes sobre los animales que no se deben comer, incluso ni tocar, o si llegaré a suceder que el cadáver de alguno de estos animales cayera en alguna propiedad o prenda, o a tocarse con las manos, especifica la impureza que se adquiere debido a eso y las consecuencias.

Levítico 11:44 – 47
El Eterno continúa con todas las instrucciones sobre la alimentación permitida por Él mismo, recordando y enfatizando que quiere un pueblo santo y apartado y con la capacidad de discernir entre lo puro y lo impuro. Porque El Eterno es Santo.