Parashat 02

Génesis 6:9 – 22.
La Torá inicia exponiendo la descendencia de Noé, y comienza describiendo a detalle el comportamiento reprobable de la humanidad en ese momento y por lo cual El Eterno ha decidido destruir a todo lo que tiene vida sobre la tierra. Por tal motivo, El Eterno le ordena a Noé la construcción de un Arca, con las especificaciones claras de cómo debe construirse y lo que debe contener para albergar todo lo que El Eterno le ordena a Noé que debe ingresar en ella al recibir la orden de realizarlo.

Génesis 7:1 – 24.
La Torá nos narra con gran detalle todo el proceso previo al inicio del diluvio, iniciando con la orden del Eterno a Noé de que suba al Arca él con su familia y que ingrese a los animales que comienzan a llegar para resguardarse. Posteriormente, La Torá especifica todo el proceso durante el diluvio, y el tiempo para cada proceso.

Génesis 8:1 – 14.

El Eterno recuerda a Noé y a todo ser vivo que estaba a bordo del Arca, y por Su amor y Su misericordia es que se detiene la inundación con agua. El Eterno en varias ocasiones, envía un viento para secar las aguas. Noé comienza a verificar con diversas aves, el nivel de las aguas sobre la tierra con el fin de saber cuándo sería viable desembarcar en tierra firme.

Génesis 8:15 – 22.
Una vez que se había secado el agua sobre la tierra completamente, El Eterno le ordena a Noé que salga del Arca junto con toda su familia y con todos los animales que se resguardaron por orden del Eterno. Al Salir Noé del Arca, realiza un holocausto con animales permitidos en La Torá, y esto fue de agrado al Eterno, lo que provocó que en Su corazón El Eterno dijera que no volvería a destruir a la humanidad con el mismo elemento que se había usado en el diluvio. Y hace la promesa de que habrá tierra fértil y ganados fructíferos, así como los tiempos y los días, que se mantendrán en sus ciclos tal como fueron diseñados por El Eterno.

Génesis 9:1 – 17.
El Eterno bendice a Noé y a sus hijos, dándole la orden de tener hijos y poblar la tierra, pero estableciendo la prohibición de comer sangre y de cometer asesinato y violencia contra otros. El Eterno establece con Noé y con sus hijos El Pacto del Arco que aparecería en el firmamento para recordarle al Eterno la promesa de no volver a destruir a la humanidad con el diluvio de aguas.

Génesis 9:18 – 29.
La Torá en este momento da detalle de Noé y de sus hijos y nos habla de lo acontecido cuando Noé se embriaga debido a un vino que prepara luego de haber plantado y cosechado un viñedo. Debido a este incidente, uno de sus tres hijos lo ve sin ropa sin ninguna clase de pudor, provocando la ira de Noé y que recibiera una maldición sobre él y su descendencia. Concluye este suceso con el detalle del tiempo de vida de Noé y su posterior muerte.

Génesis 10:1 – 32.
En ese capítulo nos narra La Torá el detalle de la descendencia de Noé, y hace énfasis en algunos de sus hijos y de sus descendientes que más adelante se sabrá de ellos o serán muy relevantes en la vida del pueblo del Eterno.

Génesis 11:1 – 9.
La Torá nos detalla lo acontecido en la humanidad debido nuevamente al aumento de la maldad en algunos y la idea de querer ser más que El Eterno y enfrentarse a Él. Y debido a esto, El Eterno les provoca una confusión en el lenguaje que hablaban en esa época y haciendo surgir los nuevos lenguajes para establecer comunicación entre los seres humanos.

Génesis 11:10 – 26.
La Torá en este momento nos detalla la descendencia Sem, hijo de Noé, hasta llegar a su descendiente varias generaciones después, de donde nacerá Abram.

Génesis 11:27 – 32.
La porción concluye con el detalle de los descendientes de Taré, el padre de Abram, y la decisión que él toma de sacar a su familia de la tierra donde estaban viviendo para migrar hacia otra ubicación geográfica, llevándose a Abram y a su esposa Sarai y a Lot el sobrino de Abram.